sábado, 23 de enero de 2010

¡ Sonrííííe...!

Aunque a menudo nos olvidemos de ello, el coche es una de las mayores industrias del mundo y es por ello también, una fuente inagotable de recursos económicos para los gobiernos: IVA, impuesto de matriculación, impuesto de circulación, impuestos sobre los carburantes, aparcamientos de las zonas azules y, por supuesto, las multas. Si de repente todos tuviéramos un gesto de respeto por el medio ambiente y decidiéramos viajar en bicicleta cada día, nos encontraríamos primero con la imposibilidad de aparcar –siempre podríamos vender el coche- y plantearíamos un serio problema económico a las haciendas públicas, que se hallarían en dificultades para cuadrar las cuentas.

Sería bonito pasear por una ciudad sin coches, pero no quiero pensar en las dificultades de miles de familias que viven directamente del sector de la automoción –fabricantes, vendedores y mecánicos- que pasarían directamente al paro, si solo se vendieran bicicletas. Un horizonte nada probable.

Por lo pronto, a los ayuntamientos se les ha ocurrido un nuevo y cómodo sistema para recaudar y llenar sus arcas, más secas que nuestros embalses. Con ayuda de la tecnología, se han inventado esos coches que se pasean por nuestras calles y que van equipados con dos cámaras fotográficas en el techo, con las cuales pueden tomar imágenes de los vehículos que, a derecha e izquierda, estacionan en doble fila, invaden el carril bus, paso de peatones o zona de carga y descarga.
Con el guardia teníamos una oportunidad de sortear la multa: le decíamos que habíamos parado un momento para comprar tabaco y con un poco de suerte, casi siempre salíamos ilesos del percance… Con el coche equipado con cámaras, no hay oportunidad; antes de de que te des cuenta, te han echado la foto. Después, sólo queda pagar. La evidencia en imágenes, no admite recursos.

Que dejes el coche mal estacionado para acompañar al abuelo al ambulatorio, al niño al colegio o para comprarte un bocadillo, ya no le importa a nadie. Lo que cuenta es recaudar y cuanto más, mejor. El método es más efectivo que el guardia de a pie, al que siempre tienes la oportunidad de intentar convencer.

¡Bravo por nuestros ayuntamientos! Han conseguido darnos otro giro de tuerca. Yo, por si acaso, me pondré corbata cada día y sonreiré de oreja a oreja para salir guapo en la foto. Y además, le pondré un lacito al coche.

http://blogsfera.pascua.org

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